La aventura comienza al cerrar la puerta de casa en nuestro país de origen y el tomar contacto con la temperatura y paisaje al salir del aeropuerto Juan Santamaría nos llena de expectación.

Este día se presenta el equipo Blue Wellness quienes aportan los datos generales necesarios para vivir la experiencia y el detalle de la ruta del día siguiente, siempre dejando lugar para algo de misterio y sorpresa.

El Volcán Poás es uno de los parques nacionales más antiguos y visitados de Costa Rica, rodeado de exuberante vegetación. Su altitud es de 2708 msnm y su cráter mide 1320 m de diámetro, siendo uno de los más grandes del mundo.

Este gigante activo ofrece una imagen de fuerza y apertura en línea con este momento de conexión del viaje.

A continuación visitamos el famoso centro de producción cafetalera Doka, donde descubrimos la industria y cultura existentes alrededor del café y jugamos con las emociones que asociamos a sus sabores.

Al atardecer nos desplazamos a La Fortuna para reposar al abrigo de otro coloso.

La Fortuna de San Carlos, fue declarada en 2021 Capital Termal de Costa Rica. El majestuoso Volcán Arenal con una altitud aproximada de 1700 msnm y una edad de más de 7000 años, es el atractivo sobre el que todo gravita.

Esa mañana hay que prepararse para una hermosa experiencia de adrenalina. En la tarde con calma y plena atención tenemos un encuentro ceremonial en casa de una persona muy especial. Al finalizar el día nos beneficiamos de las aguas termales que mejoran la respuesta inmune, la circulación, la dilatación de los bronquios y ayudan a disminuir la ansiedad.

Pero sobre todo tomarlas al atardecer es una experiencia inolvidable.

Después de la meditación matutina y el reconstituyente desayuno, visitamos el Parque
Nacional Volcán Tenorio, volcán elusivo a cuyas faldas se encuentra el mágico Río Celeste que nos descubre sus secretos y fábulas.

Tras el almuerzo habrá tiempo para un baño en sus aguas prístinas. En la tarde y tras uno de los encuentros grupales para compartir, caminamos por el bosque tropical lluvioso del propio lodge, junto a un experimentado guía. Esta experiencia nocturna nos servirá para agudizar los sentidos y conocer más sobre los hábitos del bosque.

Tras una íntima e integradora meditación matutina junto al río nos dirigimos a Nicoya, capital de una de las cinco zonas azules del mundo, especiales por la longevidad de sus habitantes, de quienes hay mucho que aprender pues abordan con naturalidad todos las dimensiones del bienestar.

Reflexionaremos sobre ello mientras disfrutamos de la horchata (una refrescante bebida tradicional) y de lo pintoresco del lugar.

La percepción acumulada de estos días, abundará en el disfrute de las magníficas e inspiradoras puestas de sol, desde el lodge en Nosara, Guanacaste.

Según las condiciones del tiempo visitaremos el Refugio de Vida Silvestre Ostional, famoso lugar de anidación y desove de las tortugas marinas Laúd y Verde, o la Reserva Biológica de 35htas del río Nosara, hogar de aves, iguanas, mariposas, insectos y gran variedad de mamíferos como monos aulladores y mapaches.

Aprovechamos el atardecer para compartir e integrar las vivencias volcánicas, las anécdotas y relatos que cada participante aporta y escoger un rincón desde donde en compañía, en soledad, en quietud y en silencio, asombrarse por las pinceladas que los dioses trazan en el cielo.

Es el momento de declarar nuestra  alegría al universo. A nuestros seres queridos. Es momento de darse oportunidades y tal vez declarar retos. Por la mañana visitamos la Feria del Agricultor, festival de aromas, colores, sonidos y sabores.

Tras emocionarnos con la mirada que el otro nos ofrece, reconocemos el entusiasmo y fuerza interior que nuestro ser alberga, como si de un volcán se tratase. Sellamos las complicidades generadas cenando a la orilla del Pacífico en un ambiente distendido y de celebración.

La última gran experiencia tras la meditación matutina es una aventura de altos vuelos.

Haber disfrutado de Nosara tiene el premio que ofrece tomar un vuelo doméstico de gran belleza camino del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.

Sabemos por experiencia, que aquí no acaba el viaje para viajeros osados y comprometidos con la vida plena, para viajeros que saben que el camino es permanente si queremos reconocer en todo a nuestra alma, siempre apasionada.